Celebración de mi cumpleaños

¿Cómo habéis pasado el puente? Yo hoy es lo que os vengo a contar.

El sábado era mi cumpleaños, pero los invitados a mi celebración les venía mejor venir el domingo. Una de mis amigas le venía mejor porque el sábado tenía la cena de empresa, a otra porque trabajaba el sábado por la noche, a otra porque venían unos amigos de lejos y quería irse de fiesta con ellos el sábado y a la otra porque quería quedar con otras amigas. Mi amiga tóxica, después de arruinarme mi fiesta sorpresa, directamente a la cara me dijo que el día cuatro por la tarde se iba a su pueblo ¿con quién? Va os dejo unos segundos para que lo adivinéis, es muy fácil si habéis seguido mi blog, venga, tic tac, tic tac. ¡Bieeeeennnn, lo habéis adivinado! Con el pack, por su puesto, su novio y su perro (eso es más importante que ir al cumpleaños de tu amiga, evidentemente, no lo hubiera dudado jamás (ironía modo ON)) Encima tuvo la poca vergüenza de decirme que si lo podía celebrar un fin de semana antes ¿en serio tengo que adelantar mi cumpleaños por ti? ¡Retrasa tú el irte a tu pueblo no te digo! En total para la cena seríamos 8 personas.

Visto lo visto, retrasé la celebración de mi cumpleaños con mis amigas al domingo, así que quedó el sábado para celebrarlo con mi chico.

El sábado mi chico trabajaba por la mañana, ya que no le habían querido dar el sábado libre, ni esa semana de vacaciones, cuando le debían una semana de vacaciones porque se las habían quitado por dárselas a otra persona y ¿por qué no le dieron el día libre o la semana de vacaciones? La excusa que le puso su jefe es porque esa semana y ese día eran prohibidos ya que era puente y habría mucha faena. Mi chico como tonto se lo creyó, pero qué pasó cuando vio los horarios, que vio que el jefe tenia toda la semana vacaciones desde el lunes de la semana pasada hasta el martes de esta, y que también le había dado vacaciones a otro chico ¡toma ya! Imaginaros mi cabreo, encima mi chico no dice nada porque él en el trabajo traga sin rechistar.

En fin, que cuando me levanté estaba sola, así que me dediqué a hacer los regalitos para la boda, hasta que llegó mi chico. Cuando llegó mi chico abrí los regalitos que me había comprado. Mi chico acostumbra a comprarme muchos regalos (a veces regalos inservibles, los denominados regalos chorras), y se gasta mucho dinero innecesario, así que este año le pedí un regalo en concreto que necesitaba, pero como es tan cabezón me regaló tres: un albornoz (que es el regalo que le pedí), un conjuntito de ropa interior sexy y un pijama de Minnie super mono, la pega, que se equivocó y me lo compró de pantalones pirata, así que lo vamos a cambiar. Todo muy chulo y servible ¡menos mal!

Luego nos pusimos a cocinar para la cena del domingo, ya que iba a ser una cena en mi casa hecha toda por mí. Cuando terminamos de hacer la preparación de las cosas, nos arreglamos y nos fuimos a cenar por ahí, justo en el restaurante pusieron la canción de cumpleaños feliz, no fue mi chico, pero me sirvió para mí también.

Entre rato y rato haciendo cosas, contestaba a las felicitaciones que me llegaban a mi teléfono, a mi facebook y a todo lo relacionado con el blog. ¡Muchísimas gracias a todas aquellas personas que me felicitasteis! Quedaba una hora para que se acabase el día y mi amiga tóxica no me había felicitado, mi prima (tengo una entrada para hablaros de ella) tampoco me había felicitado, y la amiga que recuperé este año tampoco me había felicitado (lo gracioso es que llevaba toda la tarde hablándome para concretar lo de la cena del domingo). No entendía nada, mi amiga tóxica todos los años me felicitaba nada más comenzar el día a las 24:00, pero este año nada. A mi prima no se le podía olvidar porque su suegra cumple los años el mismo día que yo. A mi amiga recuperada tampoco se le podía olvidar porque ella era la que me iba a organizar la fiesta sorpresa. Entonces ¿qué pasaba? ¿Por qué no me felicitaban? A las 23:00 mi amiga recuperada me dice por cierto, ¡felicidades! ¡¡¡Menos mal!!! Pero lo gracioso es que terminó el día y ni mi amiga tóxica ni mi prima me felicitaron, dos personas que se supone que son cercanas a mí y no me habían felicitado.

Llegó el domingo, y empezaron las gotitas para colmar mi vaso. Primera gota a las 8 de la mañana mi amiga la que tenía la cena de empresa, no venía a mi celebración porque estaba con fiebre (¡qué casualidad!, es que siempre me pone excusas cuando quedamos y mi chico ya anticipó que no vendría), así que me fallaban dos personas, ella y el novio.

Más tarde ni corta ni perezosa les mandé a mi amiga tóxica y a mi prima un mensaje agradeciéndoles que no me hubieran felicitado. Sabia de sobra las excusas que me iban a poner, mi amiga tóxica que no tenía cobertura en su pueblo, pero si tenía cobertura justamente al día siguiente para contestarme. Mi prima que estaba muy ocupada con lo de ser festera de una comisión.

Como estaba sola, le dije a mi amiga recuperada que si podía venir a ayudarme con la cena y me dijo que sí que vendría con su novio, así que vinieron y estuvimos preparando las cosas de la cena y cuando llegó mi chico también se incorporó. Cuando ya lo teníamos todo preparado, me fui a arreglarme, que había quedado con una de mis amigas las marchosas para recogerla a las 21:30. Pero desde el baño oigo que alguna de las dos que quedaban por venir me había mandado un mensaje que no venía. Mi vaso aumentaba y mi cabreo también. Cuando salgo de arreglarme me dice mi chico que mi amiga la marchosa no venía. ¿Excusa? Que tenía lumbago. ¡Y me lo dices a las 21:15! Pues me sentó fatal, porque me dejaba con toda la cena, y se lo dije tal cual, y me contesta:

“Demasiado tarde, tenías que haber venido antes a por mí. Lo bonito de una velada es conversar antes de la cena. Me aburría tanto que me fui a pasear a la perra, estuve mucho rato y cogí frío en la espalda”

¿Qué tenía que haber ido antes a por ti?  Osea, encima que me paso toda la tarde cocinando, también tenía que ir antes a por ella cuando habíamos quedado a las 21:30. Pero lo más gracioso es que estaba con lumbago por mi culpa, porque como se aburría esperando se fue a pasear mucho rato a la perra. Bueno, bueno, flipando estaba con la contestación.

Al final me sobró comida que he tenido que gastar estos días, y eso me cabrea mucho, porque estuve toda la semana preguntando a la gente si vendría por comprar la comida justa para que no sobrase, porque no me gusta tirar comida a la basura cuando hay gente pasando hambre, y porque a mí no me sobra el dinero.

Al final en la cena fuimos cinco personas, e hice para cenar lo siguiente:

Muslitos de cangrejo (fue un antojo que tuve, deseaba eso)

Patatas con salsa brava (todo casero, hago una salsa muy rica, aunque me pasé un poco con el picante)

Pinchito de champiñón, gambas y sepia, con vinagreta casera.

Bolitas de queso brie rebozadas en pasta Orly, con mermelada de tomate (todo casero también, hice la mermelada el día anterior)

Croquetas caseras (es otra de mis especialidades caseras)

Así quedó la mesa puesta.

La tarta era de base de browni, con capa de chocolate por encima y mousse de chocolate, muerte por chocolate (primero tenía antojo de comerme un crepe con nata y chocolate, que no suelo comer de eso, no sé porque deseaba eso, pero no se me cumplió, y aun deseo eso os lo juro. Así que cumplí otro antojo que era comerme una tarta toda de chocolate, porque hace meses y meses que no como chocolate)

Bueno respecto a los regalos de mis invitados, mi amiga recuperada me regaló un monedero super amplio y muy chulo, la verdad algo que necesitaba que me gustó mucho. Mi otra amiga me regaló…NADA. ¡Bieeeenn! Eso se llama cenar por la jeta. Bueno vamos a mirar el lado positivo, por lo menos no me hizo el feo de no venir.

Igual pensáis que le doy más importancia de la que debería a que no me feliciten o a que no vengan a mi cumpleaños, pero ayer analizando las cosas con mi chico le decía que soy una persona que necesita a sus amigas. No sé como hay gente que puede vivir pegada a un hombre sin tener amigas con las que desahogarse o con las que divertirse. Yo a mi chico lo quiero muchísimo, pero estando sólo con él llego a agobiarme, necesito salir, despejarme, y hablar con otras personas que no sean él. Además que muchos temas de mujeres él no me entiende. Lo confieso ¡se me hace muy duro vivir sin mis amigas!