El rompecabezas de mi vida

A lo largo de la vida nos ocurren cosas o conocemos a gente por una razón, nada ocurre aleatoriamente, todo está directa o indirectamente conectado y tarde o temprano vas descubriendo la relación de todo lo que te va ocurriendo en la vida.

Mi vida ha sido un gran rompecabezas, por la cual han pasado personas que han sido piezas claves, y personas que han sido piezas no tan claves, pero no por ello menos importantes. A día de hoy voy reorganizando un poco el rompecabezas y voy entendiendo un poco más el por qué de algunas cosas que me han ocurrido.

En el 2006 empecé con un chico, con el cual estuve cinco años. Ese chico tuvo una novia de adolescente,  que conoció en su pueblo de La Mancha, y resultó que luego los dos eran de la misma ciudad (la misma que la mía). Unos años después, empecé a trabajar en un sitio y conocí a una chica. Cuando se me acabó el contrato en ese sitio, esa chica me buscó por una red social, comenzamos a hablar y a quedar.  Nos hicimos amigas y luego resultó que era la chica de La Mancha de la que os hablaba en las líneas anteriores.

En la actualidad sigo siendo amiga  de esa chica, tenemos una gran amistad, de hecho ella es una de las que me organizan la despedida de soltera y va  a ser una de mis damas de honor en la boda, y sigo teniendo amistad con ese chico que pasó
a ser mi ex novio, evidentemente, ahora está en la categoría de muy buen amigo.

Mi tío por parte de madre se casó con una mujer, tuvieron una hija y poco después se divorciaron. Por circunstancias de la vida o vete tú a saber nunca he tenido relación con mis tíos y mi prima. Mi tío actuó exactamente igual con su hija, que mi madre conmigo  (será cosa de familia eso de ignorar a los hijos ¿no?).

Hará unos años, cuando yo ya estaba en Pueblito viviendo, recibí un mensaje de mi prima a través de una red social. Quería el teléfono de su padre porque quería verlo y hablar algunas cosas con él, ya que no sabía nada de él desde hacía muchos años. En ese momento, le sugerí a mi prima el vernos  (que también llevábamos unos cuantos años sin vernos), me dijo que no tenía coche, así que le dije que me dijera dónde vivía para ir yo y en ese momento me dijo que estaba en casa de su novio que vivía en ¡PUEBLITO! Sí, sí, en mi Pueblito, justo en la calle de al lado de la mía, así que nos vimos y empezamos a entablar una relación. Un día me dijo que su madre (para mí es mi tía), quería verme, así que me dispuse a volver a verla después de tropecientos años que no la veía.

Mi tía había pasado por un cáncer, y tras los médicos decirle que le quedaban meses de vida, luchó por vivir e indagó en la medicina alternativa, la cual la salvó de la muerte. Ahora su vida ha cambiado por completo, se pidió la jubilación anticipada, se metió en el mundo de la naturopatía, estudió cursos de alimentación homeopática, cursos de meditación, de reiki, de reflexología, etc. Ahora se dedica a eso y a vivir la vida al máximo. Vamos que su vida ha dado un giro de 360°.

En fin, que desde ese día que volví a verla (hará unos tres años) nos unimos mucho, y la verdad que me ha ayudado enormemente, le debo mucho. Siempre que voy me trasmite mucha fuerza, mucho positivimos y me voy con las pilas recargadas de energía positiva. Me escucha y lo más importante, me trasmite amor y que le importa mi felicidad. Ahí se demuestra que las personas que te quieren de tu familia no tienen por qué ser necesariamente, parientes tuyos de sangre.

Con mi prima la verdad es que no tengo mucha relación, ella está muy volcada con su novio y la familia de éste, pero le debo que me permitiese volver a tener relación con mi tía.

Mi padre también ha participado en uno de los rompecabezas de mi vida, bueno si os soy sincera,  él directa, lo que se dice directamente no ha sido,  ¡ya me extrañaba a mí que participase en algo de mi vida que no supusiera dinero! La que realmente participó en un rompecabezas de mi vida fue la novia de mi padre.

Resulta que después de probar mil y una dietas y no conseguir bajar peso, como ya os he contado en otras entradas, la mujer de mi padre conocía a una amiga de una amiga que iba a una nutricionista que era muy buena, así que me facilitó el teléfono y el nombre de esa chica. Gracias a dar el nombre de esta chica, me hicieron descuento y esta nutricionista es la que me ha hecho perder tantos kilos.

Ahora me siento libre de cargas la verdad, me noto mucho más enérgica, con ganas de hacer cosas, de disfrutar de la vida, ya no me canso con cualquier movimiento, ni me ahogo. Cada día que pasa veo que voy recuperando a aquella chica que dejé en el camino hará unos cuatro años.

Además de ayudarme a perder peso, mi nutricionista es una chica fantástica que siempre ha intentado ayudarme y se ha interesado por mis cosas. Cada vez que voy a la consulta es como ir también al psicólogo, un 2×1. Cuando le conté lo de la búsqueda del bebé y los problemas que nos pusieron para remitirnos a fertilidad, me dio el teléfono de su ginecólogo, que era amigo de su marido, y que era especialista en fertilidad. Al final no me hizo falta llamarlo, pero lo que
cuenta y agradecí enormemente, fue ese gesto tan bonito y desinteresado.

Luego la secretaría también es una bellísima persona. La verdad es que tengo una gran conexión con ella, me cae genial y también ha intentado ayudarme. Sabe los problemas que estoy teniendo para encontrar trabajo, así que me dijo que ella conocía a mucha gente y que iba a intentar encontrarme un trabajo. Un día de los que estábamos hablando, una chica que es psicóloga, que estaba en la sala de espera oyó nuestra conversación y cuando yo me fui le preguntó que de qué buscaba empleo, la secretaría le dijo que yo era educadora social pero que ahora buscaba de cualquier cosa que me saliera, así que le dijo que intentaría mirar a ver si me encontraba algo. Mi corazón se llenó de alegría y de emoción por esta bondad de gente que no me conoce a penas. Vamos con estas acciones se ve que la gente buena existe.

Conocer a mi nutricionista y a su secretaria se lo debo a la amiga de la amiga de la novia de mi padre.

“Los gatos unen personas ” esa es mi frase para contaros esta parte de mi rompecabezas. Como os contaba en esta entrada sobre mis animalitos, a la cebolla la encontré en una página en las redes sociales, que buscaba una familia que la adoptase. Esa familia fuimos mi chico y yo. Pero gracias a esta gatita me hice mucha amistad con la que en ese momento era su dueña. Resultó que está mujer (que tiene la edad de mi madre, pero que tiene una vitalidad y una marcha que no veas, yo la llamo la marchosa) vivía en Pueblito y era muy maja, así que comencé a hablar con ella por whatsapp. Un día me preguntó si podía venir a ver a la gatita a mi casa  con una amiga que vivía en la misma urbanización que ella, yo le dije que sí, y así conocí a la otra marchosa. Después de esto entablé una amistad con las dos marchosas de irnos a tomar café, hablar por whatsapp, ir a verlas a sus casas, etc.

Con la búsqueda de empleo, ya muy desesperada, hice un cartel para dar clases particulares y cuidar niños y se lo mandé por whatsapp a todos mis contactos. Al día siguiente, la marchosa número 2 me dijo que su vecino necesitaba una niñera para cuidar a su hijo, así que le pasó mi número. Gracias a ella conseguí el trabajo. Ahora cuido al niño de su vecino dos días a la semana cada dos semanas (cosas de tener la custodia compartida con la mujer).

Pensando que viven en una urbanización de caché, en la cual vive gente con mucho dinero y muchos niños, decidí meter en los buzones más carteles para cuidar niños o dar clases particulares. Para mi sorpresa, una vecina de al lado de donde vive la marchosa número 1, me llamó para darle a su hija clases particulares.

Así que podemos decir que gracias a mi gata, he conocido a mi amiga marchosa número 1, ella ha hecho que conozca a mi amiga marchosa número 2, y gracias a ellas he encontrado trabajo en su urbanización y estoy super contenta. Ya os contaré más detenidamente, en otra entrada más acerca de las cositas en las que voy trabajando.

Para finalizar este análisis sobre los rompecabezas de mi vida (de momento, lo dejo abierto por si surgen más rompecabezas) os voy a hablar de una persona que conocí cuando empecé mi carrera de Magisterio.

Ella y otra chica, son con las dos que sigo manteniendo un contacto, pero con esta, especialmente, mantengo además una amistad. Ella va a ser una de mis damas de honor en la boda.

Cuando la conocí me contó que la casa donde vivía le había tocado por sorteo en el banco. Esa historia quedó en mi cabeza guardada, sin saber, que igual en un futuro usaría esa información en mi favor. Cuando me vine a vivir a Pueblito intenté conseguir una casa por medio del banco, pero los sorteos siempre estaban cerrados, hasta que este año por fin encontré algunos sorteos abiertos y me inscribí en el sorteo de varias casas. Hace unos meses, me llegó un email, que nos había tocado una de esas casas, como os cuento en esta entrada. Mandamos los documentos que nos pedían y a la espera de contestación nos quedamos. El día 8 de noviembre finalizaba el plazo para mandar la documentación. Pasaron los días y no recibíamos contestación ninguna, pero dentro de mí había una vocecita que me decía que esa casa sí que era para nosotros, yo me visualizaba ya disfrutando de mis navidades allí, mi vida allí, todo allí y ayer de repente recibí un email concertando una visita a ver la vivienda el día 3 de diciembre.

Empecé a dar saltos de alegría, aunque pone en el email que la visita no significa la adjudicación del piso, y que los pisos se repartirán en función del orden de la inscripción, pero yo sigo teniendo esperanzas de que una de esas casas sea para nosotros. Ya os contaré…