Comunicando noticias a la familia y amig@s. Parte 3

Bueno os conté en la parte 1 la reacción de algunos amigos y familiares, y en la parte 2 las reacciones de los hermanos de mi chico, y si estas reacciones os parecieron fuertes, las que os voy a contar hoy es el hecatombe de los hecatombes.

La verdad que estoy bastante disgustada y cabreada, encima mi chico, en su línea de no darle importancia, que de verdad que admiro esa reacción que tiene, porque yo me como mucho la cabeza, me disgusto y es peor para mí, pero es que no sé como controlarlo.

Ayer tocó el día que no quería que llegase, pero que inevitablemente tenía que llegar y que por más que quisiera, tampoco podía alargar más porque igual luego hubiera sido peor  (o no, a saber). ¡Se lo dije a mi padre y a su novia!

Os voy a poner en antecedentes, los que me habéis seguido desde el principio ya sabéis la relación que tengo con mi padre, (los que no lo sepáis y queráis enteraros de los motivos por los que hablo así de mi padre podéis leerlos en la entrada que os dejo aquí), pero de mi abuela aun no os he contado nada (tengo pendiente una entrada), pero ahora os voy a hacer un pequeño resumen, muy pequeño ¡NO LA SOPORTO! Ha sido fácil y rápido, a ver no la soporto porque es una manipuladora, metomentodo, una pesada y una mala persona, pero no quiero enrollarme en esta entrada con tema abuela porque no viene ahora al caso, sino que quiero que sepáis mis motivos de por qué no tengo buena relación con ellos y mis reacciones ante lo que os voy a contar.

El viernes le mandé un whatsapp a la mujer de mi padre y le dije que tenía algo que contarles pero que no sabía como contárselo a mi padre, que quería contárselo a ella primero, ella me dijo que vale y ayer, cuando mi padre se fue a llevar a mi abuela fue el momento idóneo. Le dije que al año que viene nos íbamos a casar, que ya teníamos el sitio reservado y todo mirado.

–¿Y eso no se lo puedes decir a tu padre? Pues me parece muy mal que no se lo hayáis dicho y a tu abuela igual es que se lo teníais que haber dicho antes de mirarlo todo y consultarnos cosas y tal. No entiendo por qué no se lo habéis dicho si se va a alegrar mucho. 

¡Ay enhorabuena, felicidadess, que alegría, estoy muy contenta! (esas palabras en su vocabulario se ve que no existen, pero bueno sigamos)

–No se lo he dicho porque me va a soltar algún comentario relacionado con el dinero, tipo ah para casarte sí tienes dinero pero para pagarte la universidad no, o cosas similares.

-Pues no, ¿de verdad me estás diciendo eso en serio? ¿Con todo lo que tu padre está haciendo por ti? (¿Por mi? ¿El qué, pagarme la universidad y a regañadientes, quejándose que tiene muchos gastos, que le sangro y que a ver si ya de una vez encuentro trabajo, eso es lo que hace por mi? ¿Pasar de mí y no preocuparse por mí en ningún momento y cuando le cuento algo ignorarme viendo la tele? Pues muchas gracias por ser tan generoso y tan atento Sr. Padre) Eso es que no has superado las rencillas con él (Pues no, ni las superaré jamás, si os invito por quedar bien, por conveniencia pura y dura, sino ¿te crees que os iba a invitar?)

-Bueno pues luego se lo diré.

-Depende también de lo que os vayáis a gastar no es lo mismo 20 invitados que 50 en un restaurante, y no es lo mismo restaurante que convite. Hacéis ceremonia y una comida y ya está (Ale todo solucionado, ya está organizándolo todo como hace siempre, pero esto es el principio de una larga tarde).

-¡No! Vamos a hacer convite, de hecho ya lo tenemos reservado.

-¡Ah bueno! Pero si sois muchos invitados…

-Somos muy pocos, 50 más o menos. A ver nosotros nos casamos porque queremos avanzar en nuestra vida, que casi tenemos 30 años, aunque yo de momento no tenga trabajo, estoy buscando así que espero que este año por fin me contraten.

–Sí, si me parece muy bien, entiendo que queráis formalizar vuestra relación tu padre y yo también lo hemos pensado, pero siento defraudarte que casarse no es avanzar en la vida, es firmar un papel. (¡Qué no es avanzar en la vida, madre de dios pues a mi me parece un gran avance!)

Y le explico lo que hemos decidido (¡Nos hemos quedado con la casa rural! Ya os daré detalles proximamenteeeeee solo anticiparos que allí es el doble de precioso que en foto) y cómo funciona lo de los tres días.

Se queda colapsada con el plan y un poco anonadada, sin ganas de que le enseñe las fotos, pero yo se las enseño igualmente. Luego empiezo a hablarle del traje y lo que he mirado de regalitos y ya está su frase estrella de la tarde, ¡no te estreses que aun queda un año, ya miraras cosas más adelante! Le digo que había pensado en mirar vestidos en febrero y ya me dice que es muy pronto para mirar que empiece con tres meses de antelación sobre junio, julio. Que al ser la boda en octubre que el vestido tendrá que ser de otoño con manga larga, le digo que yo no lo quiero de manga larga que lo quiero de escote corazón me da igual que llueva, nieve, haga frío o lo que sea, para lucir hay que sufrir, y le digo que yo cuando estoy delgada tengo los hombros y el pecho muy bonitos y quiero lucirlo y me dice que igual no consigo tener eso igual que lo tenía antes (¡Toma ánimos!) Ella insiste en el vestido de manga larga, que no me haga ideas que luego seguro que me gusta otra cosa…

Luego cuestiona los regalitos, dice que de eso se encargan los padrinos y que yo no me meta en lo que quieran o no comprar, que de normal a los hombres se les da vino y a las mujeres un fular (¿Perdón qué no me meta?¡Yo opinaré y me meteré en lo que me salga del cxxx qué para eso es mi boda! Y si a mi no me parece bien ese tipo de regalos porque mi boda es anti tradiciones pues lo voy a decir evidentemente. Pañuelos a las mujeres ¡qué horror! Eso mis amigas y las amigas de mi chico me lo tiran a la cara, pero es que yo también)

–Es que no lo puedes controlar todo, relájate que te veo estresada y aun falta un año, pero vamos que si vas a controlar todo te vas a enemistar con la tía de tu chico, con nosotros e incluso con el novio, y si quieres elegir tú los regalos, pues los pagas tú.

Me iba cabreando por momentos, encima mi chico se puso a hablar con el hijo de ella de juegos y me dejó a mi sola ante el peligro. Luego lo intercepté yo para que estuviera en lo que tenía que estar y de repente le da la razón a ella con que no tengo que controlarlo todo (¡A ver si se enteran de una puñetera vez de las cosas! ¡ME ENCANTAAAAAA CONTROLARLO TODOOOOOO! Sufro si no lo controlo todo y más mi boda, es mi boda y se hará como yo quiera que se haga, bueno y como mi chico quiera que se haga, se sobre entiende vamos, no como los invitados y personas ajenas quieran que se haga)

También saco tema familiar, diciéndome yo soy muy drástica, que si algo no me gusta no miro si tienen razón o no, que me guio más por la persona que me lo dice, que si me lo dice alguien que no le tengo manía lo acepto aunque no me guste y que si me lo dice alguien a quien le tengo manía no se lo perdono, y que a mi abuela no le perdonaba muchas cosas porque era ella y que por ejemplo a mi madre la defendía y no admitía como era. En ese momento le dije que no tenía razón, que yo no soy así, yo aunque me lo diga gente que aprecio me enfado igualmente (sino con mi chico o mis amigas jamás me enfadaría y les dejaría que me dijesen de todo y no es así) y que mi abuela se metía mucho con mi madre de cosas que no tenía razón, que yo siempre he admitido como era mi madre pero las cosas que no son verdad no las puedo admitir y le dije ya sabes como es mi abuela que tiene palabras para todo y defiende lo indefendible y me suelta que es una bellisima persona mi abuela (yo pensando, vamos a ver cabeza de melón, evidentemente es buena persona porque desde que la conoces tú mi abuela es un trozo de carne sin fuerzas, y aun así es inaguantable, pero en sus años mozos era una arpía de mucho cuidado ¿y a qué santo sacas cosas del pasado si tú no has estado ahí para vivirlas que coxxx haces opinando? Claro mi padre le ha contado su versión en la que él es un fantástico padre y mi madre es un monstruo) Me da una rabia la gente que se mete en la vida de los demás sin tener ni puñetera idea y sin haber vivido esa vida, me cabrean mucho esas cosas.

Luego llegó mi padre y nada otra vez a contar la noticia, y vamos no me esperaba esa reacción que tuvo. Se quedó parado, callado y blanco, blanco, blanco, con ojos saltones. Imaginaros mi cara, yo seguía hablando porque él no decía nada, así que le conté todo el plan de tres días y tal, y él en silencio y sin hacer ni una mueca y cuando le voy a enseñar las fotos dice.

–¿Tú sabes que si te casas la señora ya no te tiene que dar dinero verdad?

-No tiene porque enterarse… pero ese no es el caso ahora…

Y seguía con el temita, y luego se le unió ella, dándole vueltas y vueltas y yo con las fotos preparadas pero sin poder enseñárselas.

A final se las enseño y nada tampoco hubo comentarios al respecto. Luego salió que invitados iba a invitar, le dije que no iba a invitar a nadie de mi familia paterna excepto a ellos, y puso cara rara, menos mal que ahí su mujer me dio la razón a mí, pero vamos que aunque no me hubieran dado la razón, no pensaba cambiar de opinión. Luego le dije que iba a invitar a mi tía materna y bueno empezó a sacar mixxx del pasado sobre ella (le tiene una espinita guardada) y empezó a decir que cuando la vea se lo piensa decir y ahí solté yo y me quedé de un a gusto.

–Las rencillas que tengáis las dejáis a un lado el día de mi boda, y hacéis el paripe como si os llevarais muy bien, no hace falta que os pongáis a mantener una conversación de horas, pero si ser educados y cordiales, la miexxx no hace falta sacarla, si queréis os sentáis separados el viernes y el sábado no vais a estar en el convite juntos así que…

Pues mi padre ya estaba poniéndome caras y os juro por lo más sagrado que como le diga una sola palabra del pasado a mi tía (porque por parte de mi tía no va a ser) y la líe lo pienso tirar de mi boda, a mi no me arruina nadie mi día lo tengo más claro que el agua.

Y el comentario final por parte de ella fue, ta chan ta chan.

–Eso si, hijos no tengáis eehh eso esperaros mucho, aunque se te pase el arroz, o veas que te haces mayor, no tengáis hijos sin estar trabajando los dos.

Bueno ni se alegraron, ni nos felicitaron, ni nos abrazaron, ni nos dieron dos besos, ni nada y encima nos preguntan el precio de la casa rural y del menú (¡eso no se pregunta hombre!) y ni se ofrecieron a comprarme el vestido, espero que mi abuela se ofrezca (sino me da un patatus porque me veo desnuda en mi boda, bueno siempre queda la opción de pintarme el vestido y marcar tendencias)

¿A qué os habéis quedado patidifusos? Sí yo también y aun estoy cabreada.