Mis animalitos

Ya sabéis que soy una amante de los animales y ya os hablé de mi familia peluda en «los adoptados» de la familia, pero no me he podido resistir a hacer una entrada solo para ellos.

Buscando fotos para la boda, he encontrado multitud de fotos de mis niños peludos, desde bebés hasta ahora, y el cambio es brutal (algunos más que otros). Por eso quería compartir con vosotr@s ese cambio y la historia de cada una, aunque ya os avancé algo en la entrada de «los adoptados» de la familia.

Yo he tenido muchos animales a lo largo de mi vida, de pequeña me compraron (yo no soy partidaría de comprar, sino de adoptar) una perrita caniche que me duró 19 años, al final la tuvimos que sacrificar porque no se podía mover y estaba sufriendo mucho. Luego he tenido peces (no me van mucho, son un poco aburridos), hamsters (no conseguía que me duraran mucho, el último me duró bastantes años), una tortuga de agua (se me solía escapar, y un día la dejé en el balcón y ya no volvía a verla jamás no sé como desapareció, lloré mucho), un loro (que sabía ladrar porque oía a mis perros, bailar y decir alguna que otra palabra suelta), dos patos (uno se me murió al poco de cogerlo porque se me calló por el balcón y el otro se me hizo grandísimo, se pensaba que yo era su mamá, me seguía a todas partes, se bañaba conmigo, dormía conmigo, etc. al final lo llevamos a un parque donde tienen muchos patos, no podéis imaginar lo que lloré) y después de la caniche tuve un perrito parecido a un caniche (me lo encontré enfrente de mi casa cachorrito, y como se metía en las tiendas, la gente le pegaba para que saliera, me dio mucha pena y me lo subí a casa) y una bóxer (estaba abandonada en un chalet, podéis imaginar como vino, por civilizar), pero al dejar de hablarme con mi madre los dos perros se los quedó ella.

Después del breve resumen de los animales que han pasado por mi vida hasta independizarme, paso a hablaros de mis animales actuales:

• Mi mami peluda: dudaba entre un perro o un gato, los gatos en un principio no me hacían mucho, me gustaban más lo perros, pero al final me decidí por un gato. Me metí en una página para adoptar y me salió ella con sus cachorritos. Estaba en un pueblo abandonada, sin castrar, por lo que había tenido ya muchos cachorros, la chica que la cuidaba y le daba de comer había conseguido encontrar adoptantes para los bebés, pero para ella no, porque como era adulta nadie la quería. Me dijo que le urgía mucho que la adoptaran porque llevaba muchos años abandonada, que se ve que había estado conviviendo con gente porque se dejaba tocar, coger y que era muy cariñosa. Me enamoró la verdad, así que me la quedé, a mi me daba igual que fuera adulta, no le hago ascos a ningún animalito abandonado. Como final os digo que es lo mejor que he podido hacer, es super cariñosa, se nota que me quiere muchísimo y tenemos una conexión increíble. Le da por saltar a la casa de los vecinos y ponerse tumbada allí, pero desde que le trataron mal lo hace mucho menos.

• El hijo cachas: dos o tres días después de adoptar a mi gatita preciosa me llamó la chica que habían encontrado a uno de sus bebés, que hacía días que estaba perdido. Lo habían encontrado en unas vallas enganchado. Me preguntó si podía hacer de casa de acogida hasta que le encontraran una familia, yo por supuesto acepté. El gato tenía un mesecito, y no se dejaba ni coger ni tocar. El veterinario me aconsejó que lo acorralara en un sitio para cogerlo y que todos los días lo tuviera en brazos tocándolo y dándole amor y que si podía ir gente a mi casa y tocarlo sería muy bueno para que perdiera el miedo a la gente. Pues eso hice. El reencuentro con su madre fue muy especial, yo lo llevaba en una caja, la abrí, y nada más que vio a su mamá, salió y empezó a maullarle, aquella le limpió, fue precioso. A medida que fue pasando el tiempo, cada vez conseguía que se dejara coger y tocar más, perdió el miedo a la gente y cuando ya lo había conseguido del todo me llamó la chica que le había encontrado una familia, y entonces yo le dije que ya no quería que lo adoptase nadie, que lo adoptaba yo, ella se alegró mucho. Mi gato es un señor gato, todo el mundo me lo dice, porque se ha hecho grandísimo. Evidente, mamaba de su madre y al mismo tiempo comía pienso de bebé.

Fotos de cuando era bebé

Fotos actuales, ya de adulto

Por supuesto, mi mami peluda y el hijo cachas son inseparables:

 

• El gato-perro: una compañera de trabajo de mi chico nos dijo que la perrita de una señora había tenido cachorros pero que ella no los quería, que los iba abandonar, entonces la compañera de mi chico se los había quedado para darles biberón y darlos en adopción cuando tuvieran un mes. Mi chico y yo decidimos quedarnos uno. Nos dio el más gordito, el que mejor comía, para así que yo no tuviera problemas a la hora de darle biberón. Resultó que nos salió un perro bastante malo, nos ha roto bastantes cosas: el ratón del ordenador, el mando de la televisión, las llaves del coche, apuntes míos de clase, rollos de papel del bater, mis pastillas anticonceptivas se las comió y más cosas que ahora no recuerdo. Ya no sabíamos que hacer con él, así que le habilitamos un rincón donde se quedaría cuando estuviera solo en casa. Cuando ya se hizo mayor probamos a dejarlo suelto con los gatos y perfecto, alguna que otra cosa en plan cajas de cartón tipo el ovusitol se ha comido, pero nada grave como hacía antes, así que ahora soy previsora y antes de irme le quito todo lo que creo que puede comerse. Se lleva genial con todos los gatos, le encanta jugar y es muy nervioso, la veterinaria dice que es hiperactivo. Tardan cinco horas en pelarlo porque no se está quieto, y me dice la chica que le riñe y le da besitos. Allá donde va llama la atención porque es muy simpático. Conmigo es muy obediente, en cambio con mi chico no tanto, creo que no lo toma en serio.

Cuando era bebé era una bolita de pelo largo:

Cuando se hizo adulto:

   

• El pardino: bueno de el pardino ya os hablé mucho en la entrada de «los adoptados». Para los que no queráis volver a leerla os lo vuelvo a contar. Me lo encontré en el instituto donde hacía el grado superior de cocina. La conserje se los había encontrado en el jardín del instituto y los puso en una caja (creo que hizo mal porque su mamá seguramente estaba por ahí, y habría ido a por comida o hacer sus necesidades), yo me enteré y como tenía leche en casa de cuando mi perro era bebé (que era tanto para gatos como para perros), me los llevé a casa, y menos mal, porque ese día diluvió y calló granizo (me acordaré toda mi vida). Los gatitos aun tenía en trocito de cordón umbilical sin caer, no tendrían más de dos días. Intentaba darles biberón pero dos de ellos no chupaban, y con jeringuillas me daba miedo darles por si los ahogaba, aunque les di, no sobrevivieron. Dos de ellos si chupaban pero después de tres días, uno de ellos dejó de chupar, no sé porque, y se murió a pesar de todo mi corazón. Finalmente conseguí sacar adelante a uno porque chupaba mucho, se comía unos grandes biberones, y por las mañanas se lo dejaba a la suegra de mi prima que vive al lado de donde yo vivo y cuando volvía de clase lo recogía. Cuando abrió los ojos me tranquilicé porque supe que estaba fuera de peligro de poder morirse. Al mes empecé con latitas alternando con biberón y gracias al gato-perro que le chupaba para que hiciese pipí y popó pudo salir adelante. Es muy cariñoso y siente gran amor por mi, nada más verme se pone a ronronear, desde el minuto uno que lo cogí y le daba el biberón ya empezó a ronronear, era increíble oírlo tan chiquitín sin aun haber abierto los ojos ronroneando muy fuerte. El día que nos trajeron el canapé hicieron tanto ruido que se asustó mucho y desde entonces, cada vez que viene gente a casa se esconde. Ahora parece ser que si esas personas se quedan mucho rato ya sale a ver quien son y se va acostumbrando.

Los bebés que rescaté y mi perro protegiéndolos de los demás miembros de la familia:

Cuando era bebé:

   

Cuando abrió los ojos:

  

Cuando se hizo un poco más mayor le dio por chuparse la cola a modo de chupete para dormirse:

Una vez ya se hizo adulto:

Mi perro y él son inseparables:

   

• La cebolla: en un principio la adoptamos para que fuera la pareja de el pardino. Al principio eran inseparables pero luego llegó la ninja y se convirtieron en un trío. Juegan, hacen trastadas y es divertido verlos. La cebolla la encontré en una página para adoptar. Era de una señora que su gatita había parido entre escombros, habían tenido que rescatarlos y en el intento se murieron dos, pero otros dos sobrevivieron, entre ellos la cebolla. La adopté cuando tenía un mes.

Las primeras fotos son cuando aun no tenía un mes con su hermanito el que también sobrevivió:

Cuando ya me la dieron con un mesecito:

En la actualidad:

• La ninja: se la encontró cuando tendría más o menos un mes, abandonada en su trabajo mi chico y me la trajo a casa, más o menos al mismo tiempo que nosotros adoptamos a la cebolla. Le pregunté si tenía pulgas a mi chico y me dice que allí la habían mirado y que no habían visto nada, cuando empiezo a tocarla (tenía el pelo tipo estropajo) veo una cosa negra y me dice mi chico eso será alguna herida, y digo sí, ¿desde cuándo las heridas se mueven? Estaba repleta de pulgas, la bañamos, compramos productos y un collar antipulgas, la cepillamos con un peine especial para piojos y le fuimos quitando las pulgas una a una. La gata era muy cariñosa (creo que se había escapado de algún chalet), se portó super bien, sin quejarse ni arañarnos ni nada. Empecé a rociar toda la casa con productos antipulgas y a los demás miembros también y a ella la mirábamos cada dos por tres. Al poco tiempo se me escapó de casa y estuvo todo un día por la calle, pasó por tres manos diferentes hasta que buscándola, la encontramos que unos chicos la llevaban al veterinario, menos mal, desde entonces lleva un collar con un cascabel para oírla en todo momento. También se ha caído desde el balcón y desde el deslunado, pero como vivo en un primer piso no ha pasado nada, y por suerte en esos momentos no se fue, me maulló para que la rescatase. También le da por saltar a casa del vecino, y tuve movida con él (ya os contaré en otra entrada), porque se metió dentro de la casa.

Como llegó siendo un bebé:

Cuando ya se ha hecho más mayor:

  

Y para finalizar os voy a poner fotos de todos juntos, en inviernos se nota que tienen frío porque se pueden llegar a juntar los seis en la cama del perro, y como siempre los tres mosqueteros que los llamo yo (el pardino, la cebolla y la ninja), que son inseparables.

¿Cuál de todos creéis que ha cambiado más? Ays como pasa el tiempo, crecen y cuando miras las fotos te das cuenta de lo que han cambiado.